miércoles, 4 de mayo de 2016

Corto: Norman McLaren - Neighbours (1952)




Título: Neighbours
Director: Norman McLauren
Año: 1952
Reparto: Grant Munro, Jean Paul Ladouceur
Duración: 8'
Mixer de audio: Mono
País: Canadá


Un trabajo formidable dentro de la década de los cincuenta. Norman McLaren, director de cine y animador británico nacionalizado en Canadá, visionario y poseedor de una imaginación sin precedente, compuso y dio vida a uno de los cortometrajes más polémicos del medio distribuidor. 'Neighbours' es una obra de no más de 9 minutos en la que se nos muestra un conflicto simple entre dos vecinos por la lucha adquisitiva de la única flor que ha decidido germinar en colinde de ambos hogares.


Con un trasfondo político, el corto nos propone demostrar el absurdo de la guerra y del conflicto de intereses. Podemos observar que ambos personajes principales, dueños de una propiedad y de una vida cómoda, se enfrentan entre sí por un elemento que escapa a sus adquisiciones materiales y lo detonante es que es solo uno, en el límite de sus libertades: una flor. Su buen vivir y sus aparentes buenas costumbres, como modales recíprocos del buen vecino y orden personal, desaparecerán gradualmente. Ambos quieren aquella flor, tan hermosa y radiante, llena de vida y que graciosamente pareciera que ella misma se está burlando de sus pretendientes ("Aquí estoy, mírenme, huélanme, contémplenme, pues no seré de ninguno."). La insolencia autoritaria comenzará cuando uno de ellos decide adueñarse de aquella belleza de la naturaleza, limitando el límite de ambos hogares (antes no era necesario tenerlo y se convivía bien), obviamente aquel gesto no le caerá nada de bien a su vecino. En respuesta comienzan a discutir por la flor, que terminará en un caos descomunal. ¿Hasta qué punto se llega con tal de obtener algo exclusivo? ¿En algún momento del cortometraje hubo un intento de dialogo democrático y razonable? Y ahí, aquella flor disfrutando de su estancia en el mundo, tan simple que solo necesita luz y agua para ser hermosa. 


Hay dos puntos que me llamaron la atención en el corto: musicalización y animación. La música, diseñada por el mismo McLaren es esencial, sin ella todo perdería sentido, cada acción es representada por la música, incluso si quitáramos la imagen podríamos imaginarnos de qué va la historia. No se necesitó una gran orquesta o una banda para hacer el film, solo un sintetizador bastó para darle atmósfera. En cuanto a la animación, es común en McLauren usar la técnica de la pixilación que consiste básicamente en grabar personas, animales u objetos fotograma tras fotograma, es una arista del stop motion mas aquí se busca mostrar la sensación de que el objeto o personaje se mueve sin hacerlo. Es sin dudas un trabajo arduo pero que logra despertar sensaciones en el espectador.



"Ama a tu prójimo"

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